sábado, 26 de noviembre de 2011

las cronicas de san gabriel: julio ramòn ribeyro

Julio Ramón Ribeyro

(Lima, 1929 - 1994) Escritor peruano, figura destacada de la llamada Generación del 50 y uno de los mejores cuentistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX.

Realizó sus estudios escolares en el Colegio Champagnat de Lima, para posteriormente ingresar a la Universidad Católica del Perú (1946), donde siguió estudios de Letras y Derecho. Abandonó los estudios jurídicos en 1952, cuando se encontraba en el último año de la carrera, al recibir una beca para estudiar periodismo en Madrid, adonde se trasladó en noviembre del mismo año.
En julio de 1953, y después de ganar un concurso de cuentos convocado por el Instituto de Cultura Hispánica, viajó a París para preparar una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona, pero de nuevo decidió abandonar los estudios y permanecer en Europa realizando trabajos eventuales, y alternando su estancia en Francia con breves temporadas en Alemania (1955-56, 1957-58) y Bélgica (1957).
En 1958 regresó al Perú, y en septiembre del año siguiente viajó a la ciudad de Ayacucho, para ocupar el cargo de profesor y director de extensión cultural de la Universidad Nacional de Huamanga. En octubre de 1960 regresó a Francia. En París trabajó como traductor y redactor de la agencia France Presse (1962-72). En 1972 fue nombrado agregado cultural peruano en París y delegado adjunto ante la UNESCO, y posteriormente ministro consejero, hasta llegar al cargo de embajador peruano ante la UNESCO (1986-90).
Hacia 1993 se estableció definitivamente en Lima. En su país fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura (1983) y el Premio Nacional de Cultura (1993), habiendo sido galardonado también en 1994 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, uno de los galardones literarios de mayor prestigio en el ámbito cultural hispanoamericano.
La obra de Julio Ramón Ribeyro
Ribeyro es un narrador perteneciente a la Generación del 50, un grupo de escritores que buscó una renovación en la narrativa peruana, y que tuvo como tema preferente la descripción de los cambios producidos en la sociedad limeña, que comenzaba a sufrir por esos años un acelerado proceso de modernización.
Considerado uno de los mejores cuentistas hispanoamericanos, entre los volúmenes de cuentos que publicó destacan Los gallinazos sin pluma (1955),Cuentos de circunstancias (1958), Las botellas y los hombres (1964), Tres historias sublevantes (1964), La juventud en la otra ribera (1973) y Sólo para fumadores(1987), que fueron reunidos en las recopilaciones La palabra del mudo (4 vols., 1973-92) y Cuentos completos (1994).
El espacio acotado por el autor es el de una burguesía limeña empobrecida, aunque incursiona a veces en ambientes marginales, manteniendo el esquema básico de la expectativa frustrada de los personajes, burócratas, seres grises y olvidados, sin voz, víctimas de la trama cruel de la expansión urbana y de una incipiente modernización. El trasfondo de estos relatos, a juzgar por la intención del narrador, es mostrar el fin del orden aristocrático en manos de una burguesía pragmática y vulgar.
En sus cuentos se percibe una constante argumental cíclica: el examen del entorno social y humano, que ratifica la certidumbre del fracaso de cualquier empeño; sus personajes, al final de cada historia, se encuentran siempre enfrentados a la frustración. Construyó así un mundo de poderosa coherencia interna, un universo dominado por un profundo escepticismo y un fatalismo derivados de la observación de la realidad. Este supuesto sustenta la sólida lógica interna de su cuentística, aun cuando es posible encontrar en ella matices de intensidad y tono. Cabe agregar que cultivó también relatos de corte fantástico, de excelente factura, pero que componen un conjunto menor.
Las fuentes literarias de Ribeyro se encuentran en los cauces del realismo del siglo XIX, y especialmente en la escritura de G. de Maupassant. A eso se debe, probablemente, que nunca se haya esforzado en ocultar una abierta preferencia por la concepción tradicional de la estructura y el lenguaje narrativos. Dueño de un estilo austero, calificado como tradicional por su afinidad con los modelos clásicos, evitó las técnicas experimentales de la novela moderna. Sin embargo, pese a este aparente conservadurismo formal, sus cuentos fueron una contribución decisiva para consolidar el paso de la narrativa indigenista a la narrativa urbana en el Perú.
Aunque es más conocido por sus cuentos, publicó también tres novelas. La primera de ellas, Crónica de San Gabriel (1960), es la más lograda y se encuentra ambientada en una hacienda serrana, cuyos personajes reproducen el sistema de explotación, injusticia y violencia de la sociedad peruana de mediados del siglo XX. Su siguiente novela, Los geniecillos dominicales (1965), desarrolla el tema del desencanto juvenil a través de las vivencias de Ludo Totem, personaje en el cual descubrimos rasgos autobiográficos del autor. Cambio de guardia (1976) se aparta de las técnicas narrativas tradicionales usadas por el autor en sus obras anteriores para relatar la historia de un golpe de Estado militar que cuenta con el apoyo de la oligarquía peruana. En todas estas novelas el autor retoma los temas de sus cuentos, mostrándonos su visión escéptica de la vida y reafirmando su preferencia por los personajes marginales.
Ribeyro es también autor de Prosas apátridas (1975), conjunto de breves apuntes, digresiones y reflexiones sobre la actividad literaria, y de la serie de aforismos Dichos de Luder (1989). El ensayo y la crítica literaria están representados dentro de su obra por los artículos reunidos en La caza sutil (1976). Es autor además de ocho piezas de teatro (algunas muy breves), entre las que destacan Santiago, el pajarero, inspirada en una tradición del escritor Ricardo Palma e incluida en una recopilación de suTeatro (1975), y Atusparia (1981), que desarrolla en forma libre el tema del levantamiento armado encabezado por un alcalde indígena en la sierra peruana en 1885.
Según el mismo autor, sus obras de teatro son retóricas y discursivas, construidas más sobre la palabra que sobre la acción, lo que ha restado posibilidades a su puesta en escena. Durante sus últimos años de vida comenzó la publicación de su diario personal con el expresivo título de La tentación del fracaso, del que se han publicado los tomos correspondientes a los años 1950-1960 (1992), 1960-1974 (1993) y 1975-1978 (1995). Póstumamente se dio a conocer la correspondencia que mantuvo con su hermano, de la que se ha publicado un volumen bajo el título Cartas a Juan Antonio. Tomo I: 1953-1958 (1996).

obras
  • Los gallinazos sin plumas (1955) Cuento.
o    La voz de los desheredados. Por Gualberto Baña. Babelia, 4 de agosto de 2001

  • Cuentos de circunstancias (1958) Cuento.

  • Crónica de San Gabriel  (1960). Novela. 
Las crónicas de san Gabriel:
San Gabriel es un hacienda en el interior del Perú. A ella acude, por razones familiares, un adolescente criado en la capital. «Pero San Gabriel no es un casa, como tú crees», le advierte Jacinto, «el loco» de la familia, «ni un pueblo. Es una selva». Y, de hecho, en contra de toda expectativa, lo que encuentra Lucho en ese mundo rural, de mucha generaciones de terratenientes, es una comunidad que, como toda comunidad cerrada y aislada por mucho tiempo, «con sólo respirar el aire, se envenena» y en la que «el pez más grande se come al chico» y «los débiles no tienen derecho a vivir»…
Pese a la atracción que ejerce sobre él su prima Leticia, mala y perversa, Lucho empezará a sentir el peso de las miserias amorosas, las intrigas, las rivalidades, los engaños y la saña gratuita con los que se entretienen sus parientes del campo. Sólo el gran terremoto hará tambalear ese mundo hasta entonces indemne y, una vez «abierta la brecha, unas llaman a otras y pronto son legión».
"Escribí "Crónica de San Gabriel" cuando me encontraba viviendo solo en Munich (Alemania), sin saber alemán y en una pensión en donde era imposible comunicarse por desconocer el idioma, tampoco salía a la calle por el frío polar imperante...comencé pues a escribir para salirme del entorno en el que vivía e imaginar todo el tiempo pasando unas plácidas vacaciones en la sierra peruana. Claro que no sabía entonces que escribía una novela, sino me divertía recordando algo ameno para olvidar algo adverso". (J.R. Ribeyro)

  • Las botellas y los hombres (1964). Cuento.
"... Pero si hay un cuento, una pieza divertida sobre los mundos y los afectos que destilan las botellas, esa es la titulada Las botellas y los hombres, del peruano Julio Ramón Ribeyro, capaz de beberse una licorería y caer de pie. Divertido y penetrante, el peruano nos relata el encuentro entre un padre y un hijo después de ocho años. Un padre arrancado del festín de la vida y con ganas de parranda y un hijo maquillado por el brillo del dinero y acomplejado de progenitor. Los vapores del alcohol aproximarán sus corazones para después repelerse" (Bob Hunter, Qué Leer, 4 de julio de 2001)

  • Tres historias sublevantes (1964) Cuento.

  • Los cautivos (1972). Cuento.
"Las cosas andan mal Rosa cuando hoy subiste a la oficina y te quitaste la boina con desgano y tu abrigo con muchísima pena y tu bufanda como si fuera tu propio sudario y entre el ruido de los teletipos miraste sin ánimo los papeles que te esperaban por traducir siempre los mismos la Bolsa de París las cotizaciones de Wall Street el mercado del café y otros asuntos que hacen la fortuna o la desventura de muchos y de los cuales eres tú desde hace tantísimos años el anónimo escribano tú Rosa(...)" Carmelo Rosa en
Los cautivos de Julio Ribeyro.

  • El próximo mes me nivelo (1972). Cuento.

  • Teatro (1975)

  • La caza sutil (1975) Ensayo. 
Lima: Milla Batres (Ed.)

  • Cambio de guardia (1976) Novela. 
Cuando un general se adueña del poder mediante un golpe de Estado nace el tirano que se dispone a cambiar radicalmente no sólo la vida política de un país, sino también la actividad cotidiana colectiva y privada de toda una comunidad de individuos que a lo mejor nunca pensaron en verse metidos en líos. Así es como un pobre vendedor de dulces, un humilde turronero criollo que lleva una existencia anónima y miserable, acaba siendo juzgado y condenado a muerte en extrañas circunstancias. Y todo porque gente tan importante y poderosa como un general ambicioso, un ministro mezquino y un funcionario corrupto, a los que jamás le ha unido vínculo aparente alguno, le envuelven a pesar suyo en una enmarañada intriga. Cambio de guardiacuenta cómo el azar que gobierna la historia de una nación termina también gobernando, mediante un complejo sistema de engranajes, la peripecia individual de cualquiera de sus habitantes.


  • Silvio en el rosedal (1977) Cuento. 


Julio Ramón Ribeyro es uno de los cuentistas más admirados hoy de la literatura en lengua española. Los relatos aquí reunidos constituyen algo así como la esencia misma de su extensa obra como cuentista, hoy ya convertida en obra clásica de la literatura contemporánea. Ribeyroacostumbra a colocar a sus personajes en situación, primero, de inaprensible desconcierto y, luego, de inevitable asombro. Lo fantástico se desliza casi desapercibido por detrás de escenarios y circunstancias que suelen pertenecer a la vida cotidiana, a una existencia en principio sin sorpresas pero que, en realidad, parece asentarse sobre inesperadas tierras movedizas que la condenan a un permanente, aunque latente, estado de inquietud. Nada es lo que aparenta ser, y lo que es puede dejar de serlo en cualquier instante, por cualquier capricho del azar —o del escritor, quien incita así al lector a jugar con las piruetas de su propia imaginación.



  • Atusparia (1981) Teatro.

  • Los geniecillos dominicales (1965) Novela. 
Tusquets Editores. Col. Andanzas. ESPAÑA (01/05/1983). ISBN: 84-7223-209-3. 246 pág.


  • Prosas apátridas (1975; 1986). (Sin clasificación)
Desde el bohemio hasta el hombre casado y padre de familia, todo, casi todo, en la vida de Julio Ramón Ribeyro ha ocurrido como tratando de destruir al escritor que hay en él y nada, sin embargo, ha logrado destruirlo: su silenciosa terquedad creador ha alcanzado, absurdamente, el fruto que le estaba estrictamente prohibido, la Obra. Lentamente, casi a pesar suyo, ésta ha ido cobrando volumen, peso. Hoy, sus cuentos están reunidos, en Perú, en tres extensos volúmenes de los cuales se publicó, en España, una selección con el título de Juventud en la otra ribera (Argos Vergara, 1982); dos de sus tres novelas, Crónica de San Gabriel y Los geniecillos dominicales, están publicadas por Tusquets en su colección “Andanzas”; y estas Prosas apátridas, que aparecieron en esta colección en 1975, vuelven a la luz, aumentadas y, al parecer del autor, finalmente completas, con 111 prosas más.
¿Qué son estas Prosas apátridas? ¿Son apuntes sueltos, páginas de un diario íntimo, una filosofía de bolsillo? Posiblemente son todo eso y más; pero sobre todo son un autorretrato espiritual, la esencia que una experiencia literaria filtra de su fidelidad a la vida. Varios motivos centrales evitan la dispersión de la miscelánea. Estos motivos son: la literatura, el sexo, los hijos y la vida doméstica, la vejez y la muerte, la historia, la calle como espectáculo y la ventana como observatorio de la existencia.
o    Fragmentos.




  • La tentación del fracaso (1987) Diarios. 
"Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra. Los amigos desarrollan en nosotros nuestras virtudes potenciales. Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse. Cada amigo es un espejo que nos refracta desde un ángulo distinto. Cada amigo crea en nosotros una zona de contacto, un campo propicio al desarrollo de un determinado tipo de amistad. Es por ello que podemos tener dos amigos íntimos que no lleguen jamás a comprenderse entre sí. Perder un amigo significa muchas veces neutralizar un sector de nuestra personalidad". Julio Ramón Ribeyro. La tentación del fracaso.
o    Un Amigo de Ultratumba. Escribe FERNANDO AMPUERO. 

  • Sólo para Fumadores (1987). Cuento.

  • Dichos de Luder (1989) (Sin clasificación)
o    Dichos de Luder. Los dichos, "on line".

  • Relatos santacrucinos (1992). Cuento.

  • La palabra del mudo (recopilación de cuentos: I y II, 1973; III, 1977, y IV, 1992). Jaime Campodónico editor
La obra cuentística de Ribeyro está agrupada en La Palabra del Mudo, título que se explica, según el mismo autor, porque a través de la mayoría de sus cuentos se expresan los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia sin sintonía porque en sus vidas están privados de la palabra. «Yo les he restituido este hálito negado y les he permitido modular sus anhelos, sus arrebatos y sus angustias», escribió el desaparecido literato. (RIBEYRO, Julio Ramón, Cuentos Populares, Munilibros 2, Municipalidad de Lima Metropolitana, Lima, 1986, p.8.)
o    Alegatos de la modernidad en algunos cuentos de La palabra del mudo de Julio Ramón Ribeyro. (Documento en formato PDF). Por Adolfo J. Cisneros, Bradley University


  • Cuentos. Ediciones Cátedra, S.A. Colección: Letras hispánicas, nº 466

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